Teoría de yoga - Respiración 2

 

Tenemos la capacidad de controlar nuestra respiración, sin embargo, no solemos hacerlo, por el contrario, somos controlados por nuestra respiración; fíjate la próxima vez que te pongas nervioso, como comienzas a respirar más rápido, lo cual te lleva a un estado cada vez mayor de estrés. Esto es vital en la naturaleza; si un depredador nos ronda, debemos luchar o huir, en ambos casos, nuestros músculos necesitan mayor aporte de oxígeno, por lo que el cuerpo nos prepara para sobrevivir. Afortunadamente, hoy en día es poco habitual en nuestra sociedad que nos crucemos con un oso y debamos sobrevivir, es bastante más habitual que nos alteremos por alguien en nuestro entorno, lo que lleva al cuerpo a considerar que debemos sobrevivir.

Gateemos. El primer paso es aprender a controlar nuestra respiración, cada día practicar unos minutos la respiración consciente, el conteo de segundos de inspiración e inspiración, la apnea con los pulmones llenos o vacíos. Cuando consigamos esto, podremos ejercitar aún más nuestra respiración con ejercicios específicos, con pranayamas. Al gobernar algo tan común como nuestra propia respiración habremos dado un paso de gigante y podremos comenzar a no doblegarnos a nuestros sentidos al pasar cerca de la panadería, el cuerpo se someterá a la mente, y la mente al espíritu.

El objetivo final es invertir el orden al que nos hemos acostumbrado, es decir, el cuerpo gobierna la mente, y ésta no está en sintonía con el espíritu, lo que nos lleva a seguir buscando la felicidad en donde no está. Con cierta dedicación diaria y pequeñas pautas para mantenernos alerta, conseguiremos que el espíritu gobierne a la mente, seamos plenamente dueños de nuestras acciones y el cuerpo no busque sobrevivir, ya que “sentirá” bienestar, y la tentación de la panadería no será más que un agradable olor al pasear cerca.

Namaskar