Meditación con la respiración
Hoy os voy a explicar una técnica de meditación muy sencilla que para empezar a meditar puede ayudaros. No os puedo decir que sea la mejor o la más fácil, ya que a cada persona se le da mejor una u otra técnica, así que os insto a ir probando y que vosotros mismos escojáis cuál se ajusta más a vosotros.
1. Siéntate cómodamente erguido en sukhasana con los ojos cerrados y dirige
tu atención a la respiración.
2. Permita que la respiración fluya y obsérvala, no intentes controlarla de
ninguna forma.
3. Siente y visualiza el aire entrando por las fosas nasales, bajando por la
garganta, entrando en los pulmones. Recibe el aire como energía limpia y pura
que te es concedida, como un regalo.
4. De la misma forma que el aire entró natural y sencillamente en tu cuerpo,
permite que se vaya sin esfuerzo. Hazlo con la sensación de devolver el regalo
que compartimos todos los seres.
5. Deja que tu mente quede completamente absorta en el flujo de aire,
observando cómo y dónde surge, y la sensación que te transmite su recorrido.
6.Cuando tu mente se distraiga, llévala suavemente de vuelta a la
tranquilidad, al flujo rítmico de la inspiración y la espiración.
7. Concentrado por completo en la respiración, fija tu atención en las
pausas naturales que se producen en el fluir del aire.
8. Observa cómo la mente se serena y sosiega con cada espiración, dejando
que esa sensación de paz te acompañe a la siguiente inspiración.
9. En la cima de la inspiración, siente cómo se expande esa paz, dando lugar
a una sensación de apertura y espacio en tu mente, después permite que tu
aliento fluya al exterior.
10. Permanece centrado en la respiración, volviendo una y otra vez a
percibir tus pensamientos como si estuvieran envueltos por ella. Sé uno con la
respiración mientras fluye dentro y fuera del cuerpo.
Namaskar.
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